TIPS
23 de Noviembre de 2018
Cómo superar el miedo escénico a hablar en público
Renny Yagosesky define el miedo escénico como una respuesta psicofísica del organismo, generalmente intensa, que surge como consecuencia de pensamientos anticipatorios catastróficos sobre la situación real o imaginaria de hablar en público.
De esta definición podemos extraer una primera conclusión clara:tenemos miedo porque visualizamos el fracaso, unas veces porque recordamos hechos anteriores y otras, simplemente, porque nos lo imaginamos.
Pero también puede darse el hecho de que el miedo escénico sea una simple cuestión ambiental. Hemos oído tantas veces hablar de pánico escénico, hay tantos libros, artículos, vídeos y cursos sobre superar el temor al escenario y es un tema tan popular que nos parece normal sentir este miedo.
Sin embargo, si te mueves en un ambiente en el que la gente habla sin temor en cualquier circunstancia, incluso improvisando (breves o no tan breves) discursos, que se expresa con comodidad y te cuenta las maravillas de dar conferencias o clases, la cosa sería muy diferente.Cualquiera que tenga contacto con una persona sin miedo escénico estaría deseando probar el sabor del éxito al final de una ponencia, por ejemplo.
Si nunca lo has hecho, no temas Si nunca has hablado en público y tienes que enfrentarte a ello, lo mejor es que te fijes en la gente que disfruta haciéndolo. Observa cómo se mueve, lo bien que se siente, lo segura que se muestra esa persona.
Y, sobre todo, concéntrate en los aplausos del final, en la cara de interés del público. Ahora, métete en su piel y visualízate. ¿Qué sientes?
Si fracasaste en el pasado, aprende de tus errores Que hayas tenido una situación negativa en el pasado no implica que tenga que ser siempre así. Lo primero que tienes que hacer es pensar en lo qué pasó, pero no en el resultado, sino en tu actitud antes, durante y después del evento.
Algunas ideas positivas para superar el miedo escénico La gente no acude a verte sufrir, sino a disfrutar con tu discurso Las personas tenemos mucho que hacer para ir a sacarle falta a un conferenciante. Lo que todos buscamos es aprender, disfrutar, compartir ideas. Dale a tu público lo que quiere, es lo mismo que quieres tú. ¿Para qué perder el tiempo en pensamientos negativos?
Ensaya, entrena, practica Lo de visualizar está muy bien, pero eso no significa que te abandones a la suerte. Practica, entrena, ensaya…. Llámalo como quieras. Pero, como a hablar se aprende hablando, ¿a quién aburro repitiendo el mismo discurso una y otra vez?
No es necesario, de hecho, es casi desaconsejable, al menos hasta que no tengas seguridad en ti mismo. Llena una habitación de juguetes o papeles pintados con caras y habla para ellos. Si te equivocas… ¡genial! Tienes una excelente oportunidad para improvisar, una capacidad imprescindible para desenvolverse en público.
Puede que tengas que repetirlo muchas veces, pero no importa. Te ayudará a ganar confianza y a mejorar muchísimo.
No permitas que nadie te diga que no puedes Huye de esas personas tóxicas que se dedican a echar su mierda sobre ti. Céntrate en la gente que te anima, que te apoya y que confía en tus posibilidades.
¿Eres tú el que se autosabotea? Entonces, tal vez sea hora de salir a tirar la basura. Libérate de pensamientos negativos y quiérete.
Cómo dominarte y controlar la situación Ya te has visualizado, has ensayado, te has llenado de energía positiva y has practicado un poco más. Estás preparado para salir a triunfar.
Pero, aún así, sientes un pequeño temblor en las piernas o notas una especie de sudor frío que te recorre todo el cuerpo. Bueno, puede que estés un poco nervioso, pero también que sientas una gran emoción.Intenta canalizar tus energías y haz lo siguiente:
Habla con pasión y enamora a tu público La gente sentirá mucho más interés por lo que dices y se involucrará en el discurso. La energía positiva que desprendas al hablar te irá alimentando durante la charla.
Divide tu discurso en parte fáciles de diferenciar Esto te ayudará a enfrentar cada parte de forma independiente, a memorizar el discurso y a sentir que evolucionas con éxito. Además, para tu público también será más fácil escucharte.
Respira hondo Las técnicas de respiración son fundamentales para hablar en público y superar el miedo escénico, igual que para relajarse y concentrarse.Practica la respiración diafragmática antes de salir a hablar, consciente de lo que haces. Oxigenarás tu cuerpo y te sentirás más tranquilo.
Tómate un vaso de agua No te olvides de beber un vaso de agua tranquilamente. Eso le enviará a tu cerebro un mensaje de tranquilidad. Es más, ten a mano agua mientras hablas. Puedes tomar un sorbito de vez en cuando, aprovechando el paso entre una sección y otra, o mientras alguien formula una pregunta.
Siempre que puedas, aprovecha la tecnología No significa que lleves tu discurso escrito en una presentación y que la leas, por supuesto que no. Se trata de que te apoyes en la tecnología para facilitar tu discurso, bien a través de diapositivas que te ayuden a estructurar la charla, fotos que hagan más gráfico lo que dices o cualquier otra cosa que te facilite las cosas y que ayude al público a captar mejor tu mensaje.
Acude con tiempo al lugar del acto Así, además de poder explorar con calma la sala y de visualizarte en ese contexto, vas a poder comprobar que todo lo que necesitas está bien: luces, conexiones eléctricas, equipo informático, etc.